La soledad y su abrazo

Soledad
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La soledad. Quiero estar solo con alguien más que quiera estar solo.

La soledad
La soledad

La soledad es un sentimiento subjetivo de falta de compañía, apoyo o afecto que puede afectar a cualquier persona, pero que se hace especialmente relevante en la etapa de la vejez. Según diversos estudios, entre el 20% y el 40% de las personas mayores se sienten solas en los países occidentales. 

Esta situación tiene múltiples efectos negativos en su salud física, mental y emocional, y puede derivar en dolencias como la depresión, el deterioro cognitivo, la demencia, los trastornos del sueño, el consumo de alcohol o el aumento de la mortalidad.

Sus causas

Las causas de la soledad en las personas mayores son diversas y complejas, y pueden estar relacionadas con factores personales, familiares, sociales o culturales. Algunas de las causas más frecuentes son:

  • La pérdida de seres queridos, especialmente la pareja, que supone un duelo difícil de superar y una ruptura de la red de apoyo emocional.
  • El alejamiento o la falta de contacto con los hijos, los nietos o los amigos, debido a la distancia geográfica, los cambios de residencia, las diferencias generacionales o la falta de tiempo o interés.
  • La jubilación, que implica un cambio de rol social, una pérdida de ingresos económicos, una disminución de la actividad profesional y una ruptura de las relaciones laborales.
  • El deterioro de la salud, la dependencia o la discapacidad, que limitan la autonomía personal, la movilidad, la participación social y la autoestima de las personas mayores.
  • La falta de recursos, oportunidades o alternativas para mantener o crear nuevas relaciones sociales, debido a la escasez de servicios, infraestructuras o actividades adaptadas a las necesidades e intereses de las personas mayores.
  • La estigmatización, el rechazo o la invisibilización de las personas mayores por parte de la sociedad, que las considera como un colectivo homogéneo, pasivo, improductivo y dependiente, sin tener en cuenta su diversidad, su potencial, su experiencia y su contribución.

Prevención

Ante este panorama, es necesario actuar para prevenir y aliviar la soledad de las personas mayores, tanto desde el ámbito individual como desde el familiar, el comunitario y el institucional. Algunos de los consejos que se pueden seguir son:

  • Reconocer y expresar el sentimiento de soledad, sin negarlo ni avergonzarse de él, y buscar ayuda profesional si es necesario.
  • Mantener o recuperar el contacto con la familia, los amigos o los vecinos, a través de llamadas telefónicas, mensajes, visitas o encuentros, y mostrar interés, afecto y gratitud por su presencia.
  • Participar en actividades sociales, culturales, educativas, deportivas o de ocio, que favorezcan el encuentro con otras personas, el aprendizaje, el disfrute y el sentido de pertenencia.
  • Implicarse en proyectos solidarios, de voluntariado o de colaboración con otras entidades o colectivos, que permitan aportar algo a la sociedad, sentirse útil y valorado, y generar vínculos positivos.
  • Cuidar la salud física y mental, siguiendo hábitos saludables de alimentación, ejercicio, sueño, higiene y medicación, y evitando el consumo de alcohol, tabaco u otras sustancias nocivas.
  • Potenciar la autoestima, la confianza y la seguridad en uno mismo, reconociendo las propias fortalezas, capacidades y logros, y aceptando las limitaciones y los errores con naturalidad y sin culpa.
  • Aprovechar las nuevas tecnologías, como internet, las redes sociales, las aplicaciones móviles o los dispositivos de teleasistencia, que facilitan la comunicación, la información, el entretenimiento y la seguridad de las personas mayores.
  • Solicitar y aceptar el apoyo de los servicios sociales, sanitarios o de atención domiciliaria, que ofrecen recursos, prestaciones y ayudas para mejorar la calidad de vida y el bienestar de las personas mayores.

Consejos

Además de estos consejos, existen algunas actividades que pueden ayudar a prevenir y tratar la soledad de las personas mayores, tales como:

  • Leer libros, revistas o periódicos, que estimulan la mente, amplían el conocimiento y fomentan la curiosidad.
  • Escuchar música, radio o podcasts, que entretienen, relajan y conectan con las emociones y los recuerdos.
  • Ver películas, series o documentales, que divierten, informan y ofrecen diferentes perspectivas de la realidad.
  • Hacer manualidades, pintura, jardinería o cocina, que desarrollan la creatividad, la destreza y la satisfacción personal.
  • Practicar ejercicios de memoria, atención, lenguaje o cálculo, que mejoran el rendimiento cognitivo y previenen el deterioro mental.
  • Realizar paseos, caminatas, yoga o tai chi, que mejoran la salud física, la circulación, la respiración y la flexibilidad.
  • Adoptar una mascota, que brinda compañía, cariño y responsabilidad, y favorece la interacción social con otros dueños de animales.
  • Meditar, rezar o reflexionar, que ayudan a encontrar el equilibrio, la paz y el sentido de la vida.

En definitiva, la soledad de los senior es un problema social que requiere una respuesta integral y coordinada de todos los agentes implicados, con el fin de garantizar el derecho de las personas mayores a vivir con dignidad, respeto y plenitud. Asimismo, es importante fomentar una cultura del envejecimiento activo, positivo y participativo, que reconozca y valore la diversidad, el potencial, la experiencia y la contribución de las personas mayores a la sociedad.

Enlaces y Referencias

Soledad Wikipedia
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