La columna vertebral.

Columna vertebral
Columna vertebral

Pilar de resistencia y movimiento.

La columna vertebral es una estructura fundamental para el cuerpo humano, ya que sostiene el tronco, protege la médula espinal y permite el movimiento y la flexibilidad. La columna vertebral está formada por 33 vértebras, que se articulan entre sí mediante discos intervertebrales, ligamentos y músculos. Las vértebras se dividen en cinco regiones: cervical, torácica, lumbar, sacra y coccígea. Cada región tiene características y funciones específicas. 

Con el paso de los años, la columna vertebral sufre cambios degenerativos que pueden afectar a su forma, función y salud. Estos cambios pueden provocar dolor, rigidez, limitación del movimiento, alteración de la postura, compresión de los nervios o fracturas. ​

En este artículo, vamos a describir los problemas de salud más comunes que afectan a la columna vertebral en personas mayores, así como los consejos para mantener una columna vertebral saludable en la vejez, incluyendo ejercicio, dieta adecuada y postura correcta. También vamos a describir las terapias físicas, los tratamientos médicos y las opciones quirúrgicas para tratar los problemas de columna en la tercera edad.

Problemas de salud más comunes de la columna vertebral 

Los problemas de salud más comunes que afectan a la columna vertebral en personas mayores son los siguientes:  ​

  • Artrosis: Es el desgaste del cartílago que recubre las articulaciones entre las vértebras, lo que provoca inflamación, dolor y pérdida de movilidad. La artrosis puede afectar a cualquier región de la columna, pero es más frecuente en la zona cervical y lumbar. La artrosis se debe al envejecimiento natural, pero también puede estar relacionada con factores genéticos, traumáticos, inflamatorios o metabólicos.
  • Hernia discal: Es la salida del núcleo pulposo del disco intervertebral, que puede comprimir los nervios que salen de la médula espinal, causando dolor, hormigueo, debilidad o entumecimiento en el área afectada. La hernia discal puede ocurrir por un traumatismo, una sobrecarga, una mala postura o un defecto congénito. La hernia discal es más común en la zona lumbar, pero también puede darse en la zona cervical o torácica.
  • Estenosis espinal: Es el estrechamiento del canal vertebral, que puede reducir el espacio para la médula espinal y los nervios, provocando compresión, inflamación y dolor. La estenosis espinal puede ser causada por la artrosis, la hernia discal, el crecimiento óseo anormal, los tumores o las infecciones. La estenosis espinal puede afectar a cualquier nivel de la columna, pero es más frecuente en la zona lumbar.
  • Escoliosis: Es la curvatura anormal de la columna vertebral en el plano lateral, que puede alterar el equilibrio, la simetría y la estética del cuerpo. La escoliosis puede ser congénita, idiopática, neuromuscular o degenerativa. La escoliosis degenerativa es la que se produce por el desgaste de los discos intervertebrales y las articulaciones, y suele afectar a la zona lumbar.
  • Osteoporosis: Es la pérdida de densidad y resistencia de los huesos, que los hace más frágiles y propensos a fracturarse. La osteoporosis puede afectar a todo el esqueleto, pero es más frecuente en la columna vertebral, especialmente en las vértebras torácicas y lumbares. La osteoporosis se debe a la disminución de la producción de hormonas, la falta de calcio y vitamina D, el sedentarismo, el tabaquismo o el alcoholismo.
  • Espondilolistesis: Es el desplazamiento de una vértebra sobre otra, que puede causar inestabilidad, dolor y compresión nerviosa. La espondilolistesis puede ser congénita, traumática, degenerativa o por esfuerzo. La espondilolistesis degenerativa es la que se produce por el desgaste de los discos intervertebrales y las articulaciones, y suele afectar a la zona lumbar.

Consejos para mantener una columna vertebral saludable

Para prevenir o retrasar los problemas de salud que afectan a la columna vertebral en personas mayores, se recomienda seguir una serie de consejos, que incluyen:  ​

  • Ejercicio: El ejercicio físico regular ayuda a fortalecer los músculos, mejorar la flexibilidad, aumentar la circulación, prevenir la osteoporosis y aliviar el estrés. Se aconseja practicar ejercicios aeróbicos, de estiramiento y de fortalecimiento, adaptados a las condiciones y preferencias de cada persona. Algunos ejemplos son caminar, nadar, hacer yoga, pilates o tai chi.
  • Dieta adecuada: Una dieta equilibrada y variada contribuye a mantener un peso saludable, aportar los nutrientes necesarios para los huesos y los músculos, y evitar la inflamación y el dolor. Se recomienda consumir alimentos ricos en calcio, vitamina D, proteínas, antioxidantes y omega-3, como lácteos, pescado, huevos, frutas, verduras, frutos secos y aceite de oliva. Se debe evitar el consumo excesivo de sal, azúcar, alcohol y tabaco.
  • Postura correcta: Una buena postura ayuda a mantener la alineación de la columna vertebral, a distribuir el peso de forma equilibrada, a prevenir el desgaste y la lesión de los discos intervertebrales y las articulaciones, y a evitar la compresión de los nervios. Se debe adoptar una postura erguida, con la cabeza alineada con el tronco, los hombros relajados, el pecho abierto, el abdomen contraído y las rodillas ligeramente flexionadas. Se debe evitar encorvarse, torcerse o inclinarse hacia un lado.
  • Higiene del sueño: Un buen descanso nocturno favorece la regeneración de los tejidos, la relajación muscular, la liberación de hormonas y la reducción del dolor. Se debe dormir en un colchón firme, con una almohada adecuada, en una posición cómoda y con una temperatura y una iluminación adecuadas. Se debe evitar dormir boca abajo, ya que puede provocar tensión en la zona cervical y lumbar.
  • Prevención de caídas: Las caídas son una de las principales causas de fracturas vertebrales en las personas mayores, especialmente en las que padecen osteoporosis. Para prevenir las caídas, se debe usar calzado adecuado, evitar los obstáculos y las superficies resbaladizas, usar ayudas técnicas si es necesario, y tener una buena iluminación y una buena visión.

Terapias físicas, tratamientos médicos y opciones quirúrgicas para tratar problemas de columna 

Cuando los problemas de salud que afectan a la columna vertebral en personas mayores causan dolor, limitación funcional o alteración de la calidad de vida, se puede recurrir a diferentes opciones de tratamiento, que incluyen:  ​

  • Terapias físicas: Las terapias físicas consisten en el uso de agentes físicos, como el calor, el frío, la electricidad, el ultrasonido o el láser, para aliviar el dolor, reducir la inflamación, mejorar la circulación y estimular la curación. También incluyen el uso de técnicas manuales, como el masaje, la movilización, la manipulación o la tracción, para relajar los músculos, mejorar la movilidad, corregir la postura y liberar los nervios. Además, incluyen el uso de ejercicios terapéuticos, como la cinesiterapia, la mecanoterapia o la hidroterapia, para fortalecer los músculos, mejorar la flexibilidad, aumentar la resistencia.
  • Tratamientos médicos: Los tratamientos médicos consisten en el uso de medicamentos que actúan sobre el dolor, la inflamación, el espasmo muscular o la infección. Los medicamentos más usados son los analgésicos, los antiinflamatorios, los relajantes musculares y los antibióticos. Estos medicamentos pueden administrarse por vía oral, tópica, intramuscular o intravenosa, según la indicación y la tolerancia de cada persona. Sin embargo, los tratamientos médicos deben ser supervisados por un médico, ya que pueden tener efectos secundarios, interacciones o contraindicaciones, especialmente en las personas mayores que toman otros medicamentos o tienen otras condiciones médicas.
  • Opciones quirúrgicas: Las opciones quirúrgicas consisten en intervenir la columna vertebral mediante técnicas invasivas que buscan corregir la causa del problema, como extraer un disco herniado, fusionar dos vértebras, colocar un implante o una prótesis, o estabilizar una fractura. Las opciones quirúrgicas se reservan para los casos en los que los tratamientos conservadores no han sido efectivos, o cuando hay riesgo de daño neurológico, infección o deformidad. Las opciones quirúrgicas deben ser evaluadas por un cirujano especializado, que tendrá en cuenta los beneficios y los riesgos de cada procedimiento, así como las condiciones y las expectativas de cada persona.

Conclusión

La columna vertebral es una estructura esencial para el cuerpo humano, que se ve afectada por el paso del tiempo y por diversos problemas de salud. Estos problemas pueden causar dolor, limitación funcional y alteración de la calidad de vida de las personas mayores. Para prevenir o retrasar estos problemas, se recomienda seguir una serie de consejos, que incluyen el ejercicio, la dieta adecuada, la postura correcta, la higiene del sueño y la prevención de caídas. Para tratar estos problemas, se puede recurrir a diferentes opciones de tratamiento, que incluyen las terapias físicas, los tratamientos médicos y las opciones quirúrgicas. El objetivo es que las personas mayores puedan mantener una columna vertebral saludable, mejorar su bienestar y disfrutar de su vejez.

Enlaces y referencias

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