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Y se hizo la luz. Los electrodomésticos te consumen.
Y se hizo la luz y con la factura uno de los gastos más importantes del hogar, y también uno de los más variables. El precio de la electricidad depende de muchos factores, como la oferta y la demanda, el mercado mayorista, los impuestos, los peajes o la tarifa contratada. Además, el consumo de luz varía según el uso que hagamos de los electrodomésticos, la climatización, la iluminación o los hábitos que tengamos.
Por eso, es importante conocer algunas medidas y consejos para ahorrar en la factura de la luz y reducir el consumo energético. No solo se trata de gastar menos dinero, sino también de contribuir a la sostenibilidad ambiental y a la transición energética. A continuación, te presentamos 12 consejos prácticos para ahorrar en la factura de la luz.
Revisa tu contrato y tu tarifa de luz
El primer paso para ahorrar en la factura de la luz es revisar tu contrato y tu tarifa de luz. Debes comprobar que tienes la potencia adecuada a tus necesidades, que no pagas servicios adicionales que no usas y que tienes la tarifa más barata y conveniente para tu perfil de consumo.
Existen dos tipos de tarifas de luz: el mercado regulado y el mercado libre. En el mercado regulado, el precio de la luz se fija cada hora según la oferta y la demanda, y se aplica la tarifa PVPC (Precio Voluntario al Pequeño Consumidor). En el mercado libre, las compañías eléctricas ofrecen distintas ofertas y descuentos, y se aplica la tarifa que hayas contratado.
Para saber qué tarifa te conviene más, debes analizar tu consumo de luz y comparar las distintas opciones que hay en el mercado. Puedes usar un comparador de tarifas de luz online para encontrar la mejor oferta para ti. También puedes consultar el precio de la luz hoy y mañana en el mercado regulado para saber cuándo es más barato consumir.
Aprovecha el bono social eléctrico
Si cumples unos requisitos de renta, familia numerosa o discapacidad, puedes solicitar el bono social eléctrico, una ayuda que consiste en un descuento del 25% o del 40% en la factura de la luz. Para acceder al bono social eléctrico, debes tener la tarifa PVPC y contratarlo con una de las comercializadoras de referencia.
El bono social eléctrico tiene una vigencia de dos años, salvo que cambien las condiciones que te dan derecho a él. Para solicitarlo, debes rellenar un formulario y enviarlo junto con la documentación requerida a la comercializadora de referencia que elijas. Puedes hacerlo por correo electrónico, postal o presencial.
Baja la potencia contratada
La potencia contratada es la cantidad máxima de electricidad que puedes consumir al mismo tiempo. Se mide en kilovatios (kW) y se paga en euros por kilovatio al día (€/kW día). La potencia contratada es un coste fijo que se paga en todas las facturas, hayas consumido o no.
Por eso, es importante ajustar la potencia contratada a tus necesidades reales, para no pagar de más por una potencia que no usas. Para saber cuál es la potencia que necesitas, puedes consultar tu contador digital o usar una calculadora de potencia online. También puedes aplicar la siguiente fórmula:
Potencia necesaria = (Potencia de los electrodomésticos que usas al mismo tiempo x Coeficiente de simultaneidad) + 1.500 W
El coeficiente de simultaneidad es un factor que se aplica para tener en cuenta que no todos los electrodomésticos funcionan al 100% de su potencia todo el tiempo. Suele estar entre 0,2 y 0,3.
Para bajar la potencia contratada, debes solicitarlo a tu compañía eléctrica. Tiene un coste de unos 9€ + IVA, pero lo recuperarás pronto con el ahorro en la factura. Ten en cuenta que solo puedes bajar la potencia una vez al año.
Cambia las bombillas por LED
La iluminación supone un porcentaje importante del consumo de luz en el hogar. Por eso, es conveniente usar bombillas de bajo consumo, como las LED, que consumen hasta un 90% menos que las incandescentes y duran mucho más. Además, ofrecen una buena calidad de luz y se adaptan a cualquier tipo de lámpara.
Según la OCU, cambiar 10 bombillas incandescentes de 60W por 10 bombillas LED de 10W supone un ahorro de unos 80€ al año en la factura de la luz. El precio de las bombillas LED es más alto que el de las tradicionales, pero se amortiza en poco tiempo gracias al ahorro energético.
Usa electrodomésticos eficientes
Los electrodomésticos son los principales responsables del consumo de luz en el hogar. Por eso, es importante elegir electrodomésticos eficientes, que consuman menos energía y tengan un menor impacto ambiental. Para saber el grado de eficiencia de un electrodoméstico, debes fijarte en la etiqueta energética, que va desde la A+++ (más eficiente) hasta la D (menos eficiente).
Según el IDAE, elegir un electrodoméstico de clase A+++ en lugar de uno de clase D puede suponer un ahorro de hasta el 75% en el consumo de electricidad. Además, los electrodomésticos eficientes suelen tener otras ventajas, como un menor nivel de ruido, una mayor durabilidad o una mejor prestación de servicios.
Regula la temperatura del frigorífico y el congelador
El frigorífico y el congelador son los electrodomésticos que más consumen en el hogar, ya que están funcionando las 24 horas del día. Por eso, es importante regular su temperatura para que no gasten más de lo necesario. La temperatura óptima del frigorífico es de entre 3ºC y 5ºC, y la del congelador es de entre -18ºC y -20ºC.
Además, para ahorrar energía con el frigorífico y el congelador, se recomienda seguir estos consejos:
- No los coloques cerca de fuentes de calor, como el horno o la vitrocerámica, ni los expongas a la luz directa del sol.
- Deja espacio suficiente entre la pared y la parte trasera del aparato para que el aire circule y se disipe el calor.
- Mantén limpios los filtros y las rejillas de ventilación para evitar que se acumule el polvo y se reduzca el rendimiento.
- No introduzcas alimentos calientes ni los llenes demasiado, para evitar que se genere más humedad y se forme escarcha.
- Abre la puerta lo menos posible y ciérrala bien, para evitar que se escape el frío y se produzcan cambios bruscos de temperatura.
- Descongela el aparato cuando la capa de hielo supere los 5 mm de grosor, para mejorar la transmisión del frío y el funcionamiento del termostato.
Utiliza la lavadora y el lavavajillas a plena carga y con programas cortos
La lavadora y el lavavajillas son otros de los electrodomésticos que más consumen en el hogar. Para ahorrar energía con ellos, se recomienda utilizarlos a plena carga y con programas cortos y de baja temperatura. Así, se aprovecha mejor el agua y el detergente, y se reduce el tiempo de funcionamiento.
Según el IDAE, lavar con agua fría o a 30ºC en lugar de a 60ºC puede suponer un ahorro de hasta el 75% en el consumo de electricidad. Además, usar programas cortos o ecológicos puede reducir el consumo de agua y energía hasta en un 30%. También se aconseja no usar el prelavado ni el secado, ya que aumentan el gasto innecesariamente.
Ajusta la temperatura del termostato
La calefacción y el aire acondicionado son los sistemas de climatización que más consumen en el hogar. Para ahorrar energía con ellos, se recomienda ajustar la temperatura del termostato a un nivel confortable, sin excesos. La temperatura ideal de la calefacción es de entre 19ºC y 21ºC, y la del aire acondicionado es de entre 24ºC y 26ºC.
Según el IDAE, cada grado que aumentamos o disminuimos la temperatura supone un incremento o un ahorro del 7% en el consumo de energía. Por eso, se aconseja no abusar de la climatización y usarla solo cuando sea necesario. También se recomienda apagar los aparatos cuando no haya nadie en casa o por la noche, y ventilar la vivienda por la mañana para renovar el aire.
Aísla tu vivienda
Otra forma de ahorrar en la factura de la luz es aislar tu vivienda, para evitar que se pierda el calor en invierno y el frío en verano. Un buen aislamiento térmico puede reducir el consumo de energía hasta en un 30%, según el IDAE. Además, mejora el confort y la calidad de vida de los habitantes.
Para aislar tu vivienda, debes prestar atención a las ventanas, las puertas, las paredes, el techo y el suelo. Puedes instalar ventanas de doble acristalamiento, burletes y cortinas, colocar paneles aislantes o pinturas térmicas, y cubrir el suelo con alfombras o moquetas. Así, evitarás las fugas de temperatura y mantendrás un ambiente agradable.
Usa regletas con interruptor
Muchos aparatos eléctricos, como la televisión, el ordenador, el cargador del móvil o el microondas, siguen consumiendo energía aunque estén apagados, si están enchufados a la red. Este consumo se llama consumo fantasma o consumo en espera, y puede suponer hasta un 10% del consumo total de electricidad, según la OCU.
Para evitar el consumo fantasma, se recomienda usar regletas con interruptor, que permiten desconectar varios aparatos a la vez con un solo gesto. Así, se ahorra energía y se evita el riesgo de sobrecargas o cortocircuitos. También se aconseja desenchufar los cargadores cuando no se estén usando, ya que siguen consumiendo aunque no estén conectados a ningún dispositivo.
Instala placas solares
Una de las formas más eficaces y ecológicas de ahorrar en la factura de la luz es instalar placas solares, que aprovechan la energía del sol para generar electricidad. Las placas solares pueden cubrir parte o toda la demanda de electricidad de una vivienda, y reducir el consumo de la red eléctrica.
Además, las placas solares tienen otras ventajas, como la posibilidad de vender el excedente de energía producida a la red, la independencia energética, la contribución a la reducción de las emisiones de CO2 o la revalorización de la vivienda. Eso sí, hay que tener en cuenta el coste de la instalación, el mantenimiento y la tramitación administrativa.
Cambia tus hábitos de consumo
Por último, pero no menos importante, para ahorrar en la factura de la luz hay que cambiar los hábitos de consumo y adoptar una actitud más responsable y consciente. Algunos hábitos que pueden ayudar a reducir el consumo de luz son:
- Aprovechar la luz natural y apagar las luces cuando no se necesiten.
- Usar el modo de ahorro de energía en los dispositivos electrónicos, como el ordenador, el móvil o la tablet.
- No dejar los aparatos en modo stand-by, sino apagarlos completamente.
- Lavar la ropa con agua fría o templada y secarla al aire libre.
- Cocinar con ollas a presión, tapar los recipientes y apagar el fuego antes de terminar la cocción.
- Usar el microondas en lugar del horno, siempre que sea posible.
- Limpiar el polvo de las bombillas y los electrodomésticos para mejorar su rendimiento.
- Revisar el estado de las instalaciones eléctricas y reparar las averías.
Qué electrodomésticos consumen más
Como hemos visto, los electrodomésticos son los principales responsables del consumo de luz en el hogar. Sin embargo, no todos consumen lo mismo, sino que hay algunos que gastan más que otros. Según el IDAE, el consumo medio de los electrodomésticos en una vivienda española es el siguiente:
- Frigorífico y congelador: 30,6%
- Lavadora: 11,8%
- Lavavajillas: 6,1%
- Horno: 5,9%
- Televisión: 5,5%
- Secadora: 4,8%
- Microondas: 4,1%
- Plancha: 3,2%
- Aspiradora: 2,7%
- Cafetera: 2,5%
- Ordenador: 2,4%
- Otros: 20,4%
Como se puede observar, el frigorífico y el congelador son los que más consumen, seguidos de la lavadora y el lavavajillas. El horno, la televisión, la secadora y el microondas también tienen un consumo elevado. Por el contrario, la plancha, la aspiradora, la cafetera y el ordenador tienen un consumo más moderado.
La factura de la luz es uno de los gastos más importantes del hogar, y también uno de los más variables. El precio de la electricidad depende de muchos factores, como la oferta y la demanda, el mercado mayorista, los impuestos, los peajes o la tarifa contratada. Además, el consumo de luz varía según el uso que hagamos de los electrodomésticos, la climatización, la iluminación o los hábitos que tengamos.
Qué hacer cuando no estás en casa
Cuando nos vamos de vacaciones o de viaje, es importante tomar algunas medidas para ahorrar en la factura de la luz y evitar sorpresas desagradables. Algunas de las cosas que debemos hacer cuando no estamos en casa son:
- Desconectar todos los aparatos eléctricos que no sean imprescindibles, como la televisión, el ordenador, el microondas o el cargador del móvil. Así, evitaremos el consumo fantasma y el riesgo de incendios.
- Dejar el frigorífico y el congelador lo más vacíos posible, y subir la temperatura del termostato. Así, reduciremos el consumo de estos electrodomésticos y evitaremos que se estropeen los alimentos.
- Bajar las persianas y cerrar las cortinas. Así, evitaremos que entre el calor o el frío y mantendremos una temperatura estable en la vivienda.
- Apagar la calefacción o el aire acondicionado, o programarlos para que se enciendan solo unas horas antes de nuestra llegada. Así, ahorraremos energía y tendremos un ambiente confortable cuando volvamos.
- Instalar temporizadores o enchufes inteligentes. Así, podremos controlar el encendido y el apagado de algunos aparatos, como las luces, el router o la alarma, desde nuestro móvil o mediante un horario preestablecido.
Espero que este artículo te haya servido para conocer cómo ahorrar en la factura de la luz y reducir el consumo energético.