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El Lobby dormido.
El poder de los jubilados. Los jubilados podrían despertar su poder político y social. Un análisis de las potencialidades y las limitaciones como grupo de presión en España. Los pensionistas son uno de los colectivos más numerosos y vulnerables de la sociedad española.
El poder de los jubilados
Según el Instituto Nacional de Estadística, a finales de 2022 había más de 9,8
millones de pensionistas, lo que supone el 21% de la población total. Además, el 65% de
ellos percibe una pensión inferior al salario mínimo interprofesional, lo que les sitúa
en riesgo de pobreza y exclusión social.

Ante esta situación, los pensionistas han reclamado en los últimos años una mejora de sus condiciones de vida y una garantía de la sostenibilidad del sistema público de pensiones. Para ello, han organizado movilizaciones, manifestaciones y protestas en todo
el país, exigiendo al gobierno que cumpla con sus compromisos y que revalorice las pensiones conforme al IPC.
Estas acciones colectivas podrían considerarse como una forma de lobby o grupo de presión, entendido como una organización con capacidad de influencia en el diseño de las políticas públicas. Los pensionistas tienen un interés común y legítimo, una organización estructurada y una estrategia de acción que busca incidir en la agenda política y en la opinión pública.
Obstáculos
Sin embargo, el lobby de los pensionistas se enfrenta a varios obstáculos que limitan su
efectividad. Por un lado, la falta de regulación de los grupos de presión en España, que
dificulta la transparencia y la rendición de cuentas de su actividad. Por otro lado, la
fragmentación y la diversidad de los pensionistas, que dificultan la cohesión y la
representatividad de sus demandas. Por último, la resistencia y la inacción del
gobierno, que ha incumplido sus promesas y ha aplazado las reformas necesarias para
garantizar la viabilidad del sistema de pensiones.
Por tanto, los pensionistas podrían ser un grupo de presión en España, pero necesitan
superar los desafíos que les impiden ejercer una influencia real y efectiva en las
políticas públicas. Para ello, deberían fortalecer su organización interna, ampliar su
base social, diversificar sus formas de acción y alianzas, y exigir una regulación que
reconozca y controle su actividad lobista. Solo así podrán defender sus derechos y
mejorar su calidad de vida.
Enlaces y referencia
Los mayores en la política
El poder de los jubiliados – 5 días