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Análisis de la Separación de Poderes
La Separación de poderes es un principio que consiste en distribuir las funciones del Estado entre distintos órganos, de forma que ninguno pueda ejercer el poder absoluto. Su origen se remonta a la antigüedad, pero fue el filósofo francés Montesquieu quien lo formuló con más claridad en su obra El espíritu de las leyes, publicada en 1748. Montesquieu defendía que el poder debía dividirse en tres ramas: el legislativo, el ejecutivo y el judicial, y que cada una debía controlar y equilibrar a las otras, para garantizar la libertad y el Estado de derecho.
- La Constitución española de 1978, que estableció el marco jurídico y político de la democracia tras la dictadura de Franco, recoge el principio de la Separación de poderes en su artículo 1.3, donde se declara que España se constituye en un Estado social y democrático de derecho, que propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político. Asimismo, en su artículo 16.1, se reconoce y protege la libertad ideológica, religiosa y de culto de los individuos y las comunidades sin más limitación, en sus manifestaciones, que la necesaria para el mantenimiento del orden público protegido por la ley.
- El poder legislativo corresponde a las Cortes Generales, que son el órgano representativo de la soberanía popular. Están formadas por el Congreso de los Diputados y el Senado, que ejercen la función de elaborar y aprobar las leyes, así como de controlar la acción del Gobierno. El poder ejecutivo corresponde al Gobierno, que es el órgano que dirige la política interior y exterior, la administración civil y militar y la defensa del Estado. Está presidido por el Presidente del Gobierno, que es elegido por el Congreso de los Diputados, y compuesto por los Ministros, que son nombrados y cesados por el Presidente. El poder judicial corresponde al Consejo General del Poder Judicial, que es el órgano de gobierno de los jueces y magistrados, que ejercen la potestad de juzgar y hacer ejecutar lo juzgado. Está integrado por el Presidente del Tribunal Supremo, que lo preside, y por veinte vocales, que son designados por el Congreso y el Senado a propuesta de las asociaciones judiciales, los órganos de gobierno de las comunidades autónomas y el propio Consejo.
- Los mecanismos de control y equilibrio entre los poderes son diversos y complejos, y buscan garantizar el respeto mutuo y la colaboración entre los órganos del Estado. Algunos ejemplos son: el sistema de nombramientos, por el que el Presidente del Gobierno es elegido por el Congreso de los Diputados, el Gobierno nombra a los miembros del Tribunal Constitucional y el Consejo General del Poder Judicial, y este último propone al Presidente del Tribunal Supremo; las mociones de censura, por las que el Congreso de los Diputados puede exigir la responsabilidad política del Gobierno y sustituirlo por otro; las interpelaciones, por las que el Congreso y el Senado pueden dirigir preguntas al Gobierno sobre su gestión; las preguntas parlamentarias, por las que los diputados y senadores pueden solicitar información al Gobierno sobre cualquier asunto de interés público; los recursos de inconstitucionalidad, por los que el Gobierno, el Defensor del Pueblo, las comunidades autónomas y un número determinado de diputados y senadores pueden impugnar ante el Tribunal Constitucional las leyes que consideren contrarias a la Constitución; etc.
- Los beneficios de la Separación de poderes para la democracia son numerosos y evidentes, ya que suponen la garantía de los derechos y libertades de los ciudadanos, la prevención de abusos y arbitrariedades, la rendición de cuentas, la transparencia, la participación, etc. La Separación de poderes implica que el poder no se concentra en una sola persona o grupo, sino que se reparte entre distintos órganos que se vigilan y se limitan entre sí, evitando así la tiranía y el despotismo. La Separación de poderes también implica que los ciudadanos tienen voz y voto en la elección de sus representantes, que deben actuar conforme a la ley y al interés general, y que pueden ser fiscalizados y sancionados si incumplen sus obligaciones. La Separación de poderes también implica que los ciudadanos tienen acceso a la información y a la justicia, que pueden expresar sus opiniones y demandas, y que pueden participar en los asuntos públicos mediante diversos canales y mecanismos.
- Los desafíos y problemas que plantea la Separación de poderes en la actualidad son variados y graves, y ponen en riesgo la calidad y la estabilidad de la democracia. Algunos ejemplos son: la politización de la justicia, que se manifiesta en la falta de independencia y de imparcialidad de los jueces y magistrados, que se ven sometidos a las presiones e injerencias de los partidos políticos, especialmente en el proceso de elección de los vocales del Consejo General del Poder Judicial; la falta de independencia judicial, que se refleja en la demora y la ineficacia de la administración de justicia, que no garantiza la tutela judicial efectiva de los ciudadanos, ni el cumplimiento de las sentencias, ni la lucha contra la impunidad; la parálisis legislativa, que se produce por la fragmentación y la polarización del panorama político, que dificulta la formación de mayorías estables y el consenso entre las fuerzas parlamentarias, lo que impide la aprobación de leyes necesarias y urgentes para el desarrollo del país; la crisis de representatividad, que se expresa en el descontento y la desconfianza de los ciudadanos hacia sus representantes políticos, que perciben como alejados de sus problemas y necesidades, y como corruptos e ineficaces; la corrupción, que afecta a todos los niveles y ámbitos del Estado, y que supone un grave atentado contra la legalidad, la moralidad y la eficiencia de la gestión pública, así como un enorme despilfarro de recursos públicos que podrían destinarse a fines sociales; etc.
- El modelo español de Separación de poderes se puede comparar con el de otros países democráticos, destacando las similitudes y diferencias. Por ejemplo, el modelo estadounidense se basa en una Separación de poderes estricta y rígida, que impide que los miembros de un poder puedan pertenecer a otro, y que establece un sistema de checks and balances (controles y equilibrios) entre los poderes, que se pueden vetar o bloquear mutuamente. El modelo francés se basa en una Separación de poderes flexible y moderada, que permite que los miembros de un poder puedan pertenecer a otro, y que establece un sistema de collaboration des pouvoirs (colaboración de los poderes), que se pueden apoyar o reforzar mutuamente. El modelo alemán se basa en una Separación de poderes funcional y cooperativa, que distribuye las competencias entre el nivel federal y el nivel regional, y que establece un sistema de Bundestreue (lealtad federal), que implica el respeto y la coordinación entre los poderes. El modelo británico se basa en una Separación de poderes incompleta e imperfecta, que no distingue claramente entre el poder legislativo y el ejecutivo, y que establece un sistema de parliamentary sovereignty (soberanía parlamentaria), que implica la supremacía del Parlamento sobre los demás poderes.
- La necesidad de reformar o mejorar el sistema de Separación de poderes en España es evidente, teniendo en cuenta las demandas sociales, los cambios políticos, las recomendaciones internacionales, etc. La Separación de poderes en España presenta deficiencias y disfunciones que afectan a su eficacia y a su legitimidad, y que requieren una revisión y una actualización para adaptarse a los nuevos tiempos y a los nuevos retos. La reforma o la mejora de la Separación de poderes en España no es una tarea fácil ni rápida, ya que implica un amplio consenso entre los actores políticos y sociales, así como un respeto a los procedimientos y a los principios constitucionales. Sin embargo, es una tarea necesaria y urgente, ya que de ella depende el futuro y la democracia.
- Algunas medidas o propuestas para fortalecer la Separación de poderes en España son: la reforma constitucional, que permitiría adaptar la Carta Magna a las nuevas realidades y necesidades del país, y que podría incluir aspectos como la definición del modelo territorial, la reforma del Senado, la reforma electoral, la reforma de la Corona, etc.; la reforma del Consejo General del Poder Judicial, que implicaría modificar el sistema de elección de sus vocales, para garantizar su independencia y su representatividad, y que podría basarse en el modelo alemán, donde los jueces eligen a la mitad de los miembros y el Parlamento a la otra mitad; la limitación de los aforamientos, que supondría reducir el número y el alcance de los privilegios jurídicos de los cargos públicos, para evitar la impunidad y la desigualdad ante la ley, y que podría seguir el ejemplo de países como Francia, donde solo el Presidente de la República goza de inmunidad; la regulación de los lobbies, que consistiría en establecer normas y mecanismos de control sobre la actividad de los grupos de presión e influencia, para evitar la corrupción y el tráfico de influencias, y que podría inspirarse en el modelo británico, donde existe un registro obligatorio y público de los lobbies y sus actividades; etc.
Conclusión
El artículo se puede concluir con un resumen de las ideas principales, una valoración crítica y una invitación a la reflexión o al debate sobre el tema. Por ejemplo, se podría decir algo así: La Separación de poderes es un principio fundamental para la democracia, que implica la distribución de las funciones del Estado entre distintos órganos, que se controlan y se equilibran entre sí, para garantizar la libertad y el Estado de derecho. La Constitución española de 1978 recoge este principio, y establece la división entre el poder legislativo, el ejecutivo y el judicial, que se representan por las Cortes Generales, el Gobierno y el Consejo General del Poder Judicial, respectivamente.
Sin embargo, la Separación de poderes en España presenta numerosos desafíos y problemas, que afectan a su eficacia y a su legitimidad, y que requieren una reforma o una mejora para adaptarse a los nuevos tiempos y a los nuevos retos. Algunas medidas o propuestas para fortalecer la Separación de poderes en España son: la reforma constitucional, la reforma del Consejo General del Poder Judicial, la limitación de los aforamientos, la regulación de los lobbies, etc.